10 consejos para prevenir el consumo de drogas
Realizar un trabajo de prevención del consumo de drogas es clave para evitar que alguien no se sumerja en el mundo de las drogas porque nadie está libre de no volverse adicto a las drogas y de padecer una adicción. Cualquier persona, independientemente de edad y condiciones puede volverse dependiente, pero existe más riesgo en los adolescentes por su vulnerabilidad.
Por eso, desde SAN SEBASTIÁN hacemos un trabajo de prevención importante, sobre todo en los más jóvenes, para advertirles de los peligros que supone consumir drogas.
La prevención para no caer en la adicción
Se define la prevención del consumo de drogas como: «un conjunto de actuaciones que tienen el objetivo de eliminar o modificar los factores de riesgo y a fomentar factores de protección frente al consumo, o a otras conductas adictivas».
No existe un manual exacto que asegure que si se siguen todos los pasos confirme que la persona no caerá nunca en el mundo de las adicciones, porque no es una ciencia exacta y depende de demasiados factores que no se pueden controlar. Sin embargo, si se pone especial énfasis en algunos elementos se podrá realizar una prevención del consumo de drogas.
Existen algunas pautas que se pueden seguir para educar a los adolescentes y que ayudarán a prevenir el consumo de drogas, por ejemplo:
1. Concienciación sobre los riesgos de las drogas
Este es un trabajo conjunto que ha de hacerse desde casa, escuela e instituciones de manera conjunta. Dar un mensaje común advirtiendo de los peligros de las drogas, aunque su consumo sea de manera esporádica.
2. Disponer de herramientas emocionales
Puede parecer insignificante y parecer que no tiene relación con las drogas, pero muchas veces, las personas, se ven inmersas en el mundo de las drogas porque no saben afrontar determinadas situaciones y quieren evadir la realidad. Si se disponen de herramientas que ayuden a enfrentarse a situaciones duras, se podría evitar que esa persona se inicie en el consumo de drogas.
3. Vivir y convivir dentro de un buen ambiente.
Encontrarse en un entorno familiar agradable, ayuda que el joven cuenta más cosas sobre lo que le sucede, aumente la comunicación y puede ayudar a evitar una de las actitudes más características de los adolescentes: el querer rebelarse.
4. Promover la comunicación asertiva
Trabajar en que los adolescentes tengan una comunicación asertiva. Consiste en tener una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás. Destacar lo positivo y evitar enfrentamientos. En este tipo de comunicación, también incluye el saber decir que no. Este elemento es muy importante en los más jóvenes, que sienten una gran presión de grupo y pueden llegar a hacer cosas que no quieren por miedo a ser rechazados y a no ser aceptados en un grupo.
5. Tener hábitos de vida saludables
Esto ayudará a promover una conducta sana y alejada de sustancias psicoactivas. Ser conscientes de la importancia de cuidarse para tener una buena salud física y mental. Fomentar actividades de ocio saludables, por ejemplo, practicar algún deporte.
6. Identificar señales de alarma
Servirá para que sea más fácil reconocer a tiempo que alguien de tu alrededor tiene una adicción o un principio de adicción. Cuanto antes se detecte mejor, porque será más sencillo que esa persona deje atrás su adicción, ya que cuanto más tiempo pase más dependiente será, habrá desarrollado más enfermedades relacionadas con la adicción y el síndrome de abstinencia será peor cuanto más adicto sea.
7. Ser un buen ejemplo
Ser coherente con los actos, que lo que hagas y lo que digas tenga relación, esté en armonía. Es difícil evitar que un joven tome drogas si en su casa sí que consumen. Se ve como una contradicción y como un ejemplo a seguir. Tampoco es aconsejable tener una actitud que minimice el consumo de drogas, que le reste importancia y que normalice su uso.
8. Conocer su entorno de la persona joven
Muestra interés por lo que le gusta, por conocer a sus amigos, su entorno en el ámbito escolar… Son elementos que te ayudarán a entender mejor al adolescente y que permitirá una mejoría y una fluidez en la comunicación entre ambos. En el caso que tenga algún problema o le preocupe algo, será más probable que lo exteriorice y te lo cuente.
9. No ser una persona sobreprotectora
No es factible sobreproteger a un adolescente porque el efecto que provocará será el contrario. Lo mejor es ayudarle a desarrollar un sentido crítico para que él pueda enfrentarse a las situaciones. Eso sí, siempre con tu apoyo.
10. Poner límites
Como hemos comentado anteriormente, no hay que sobreprotegerlos porque puede generar consecuencias negativas en el desarrollo del adolescente. Ahora bien, es importante poner límites y establecer ciertas normas. Hay que encontrar el punto intermedio entre sobreprotegerlos y dejar que hagan lo que quieran siempre. Darles la confianza para que sean los jóvenes quienes decidan, pero a la misma vez tenerlos controlados.